Por Mercedes Lafourcade 28 de enero de 2022

Tablas de multiplicar. ¿Por qué es tan difícil aprenderlas?

¿Por qué a nuestro cerebro le cuesta tanto guardar las tablas de multiplicar en nuestra memoria? Después de todo allí se amontonan cientos de otros datos arbitrarios: los nombres de nuestros amigos, sus edades, sus direcciones, y los muchos eventos de nuestra vida ocupan secciones completas de nuestra memoria de largo plazo. A la misma edad en que los niños trabajan duro para aprender aritmética, adquieren sin esfuerzo una docena de palabras nuevas por día. Antes de la adultez, van a haber aprendido por lo menos veinte mil palabras y sus pronunciación, su forma ortográfica y su significado. ¿Qué tienen de distinto las tablas de multiplicar que las vuelve tanto más difíciles de recordar, incluso luego de diez años de entrenamiento?

S. Deahene (2016). El cerebro matemático. Cómo nacen, viven y a veces mueren los números en nuestra mente.

Aún cuando un escolar esté bien entrenado, resolver la multiplicación 7 x 3 puede llevarle más de un segundo, y más del 10 % dirá el resultado equivocado. En cálculos más difíciles como 8 x 7 o 7 x 9 el error se da en uno de cada cuatro intentos y, en general, después de varios segundos de reflexión intensa.

Este dato analiza S. Deahaene y explica que la respuesta se encuentra en la estructura de las tablas de multiplicar y en la forma que se organiza nuestra memoria. Según este autor, si sustituyéramos los números por palabras, aprender las tablas sería similar a memorizar estos enunciados:

Memorizar estos enunciados, igual que con las tablas de multiplicar, resulta una gran dificultad para nuestro cerebro. La respuesta es que nuestra memoria funciona de manera asociativa, tejiendo múltiples redes entre datos dispersos. La capacidad asociativa es una fortaleza y, a la vez, una debilidad de nuestra memoria.

Si nos enfrentamos a un tigre, explica Dehaene, nos resulta muy útil activar con rapidez los recuerdos vinculados al comportamiento de los leones, pero cuando intentamos evocar el resultado de 7x6 nuestra memoria asociativa activa resultados vecinos como 7 + 6 o 7 x 5, tornado lento y difícil el acceso al resultado.

¿Cuál es la mejor manera de aprender las tablas?

Afortunadamente contamos con las habilidades de la memoria verbal para lograrlo. Utilizar las habilidades de la memoria verbal es una buena estrategia de aprendizaje, según el autor mencionado.

"Tres por siete veintiuno", se puede almacenar palabra por palabra al lado de "que linda manito que tengo yo", o "Padre nuestro que estás en los cielos". Esta solución no es poco razonable, porque la memoria verbal es vasta y duradera. ¿Quién no tiene la cabeza llena de eslóganes y canciones que oyó hace años?

S. Dehaene (2016). El cerebro matemático.

Según explica el autor mencionado, recurrir a estrategias de la memoria verbal como el recitado de series completas o canciones que contengan las tablas, resulta muy efectivo para el aprendizaje. Sin embargo, también menciona que esta no es la única forma de realizar cálculos mentales fluidos.

Cuando la memoria falla utiliza estrategias como el conteo, la suma serial o la resta a partir de un referente (por ejemplo, 8 x 9 = (8 x 10) - 8= 72. Pero, además, nuestro cerebro tiene la capacidad de hacer estimaciones y rechazar resultados absurdos. A su vez, el cerebro es capaz de chequear implícitamente reglas que rigen la multiplicación y reaccionar eficientemente cuando se viola una de estas reglas.

Así por ejemplo, frente a 7 x 9 = 20, no necesitamos hacer el cálculo para saber que es un error, porque por un lado detectamos el resultado absurdo mediante la habilidad de estimar y, por otro lado, sabemos implícitamente de que cuando dos operandos son impares el resultado siempre es impar.

Acudir al recitado de rimas y canciones que ayuden a memorizar las tablas, junto al desarrollo de las habilidades de conteo y estimación, y el conocimiento de las propiedades matemáticas, parece ser la forma eficiente de aprender las tablas de multiplicar.

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